Azahares Truenos
Azahares Truenos, Azares Truenos
Cabeza
de presión
olla
donde se cuecen
todas las habas
ave
entre nieblas volando
oro en
toda su piedra.
frito
sobre
el
agua
onda
monda
lironda
que
se
escapa
en
el
trinar.
no mi lápiz
cero.
Un ser
un
cerdo
un
cerco
mental.
Todos
esos abismos murieron obstinados
luego
un cielo inclinó las ansias
más
allá saludaban alegres luces
lluvia
amical de entonces late anunciando siembras
pasajes
antiguos lucidas armas
brotan
rugidos ausencias sangran.
Sueños
equinocciales revanchas de agua
cardiopatía
del viento aurora extraña
aquí
hace frío hierve el alma
baila
puerco espín arrugas entre tu falda
el
desierto se viste de sudor cabeza habita lava
habita
pequeña haba a lo lejos que te buscaba
aun
muerta mantuvo calma la puerta no se esperaba
perros
sobre pisadas dibujos entre las fablas
habitaciones
portátiles caracoles con escafandras
un
techo resiste el agua cuando tú lloras nadie te gana
el agua
canta oscuridades de tu garganta
frases
aladas críticos en desbandada
carretas
bajo la luz sonatas a flor de llamas
rictus
de juventud muecas de la esperanza
rodillas
atentas persignarme en tu mirada
un dos
no será tres la luna nunca se cansa
ojos
sobre los ojos ignición entre semanas
interludios
impostergables rumia de ansias.
Entonces el tiempo escoge sus mejores trazas
se
oculta entre ellas no responde
llámale
a ver llámale a ver qué pasa
recorre
tanto pero enmudece
algo le
detiene algo le espanta
qué
hacer correr para alcanzarle
guiños
pistas indicios no saber ni la mirada
yo tú
él nosotros vosotros al final nadie ni nada
las
ruedas siguen girando jirando xirando
el
cabello se estremece de alboradas
el
cuerpo envejece pero nada.
Acaso
un carnaval se mezcla en la sangre
más
allá de todo los árboles los puentes
se nota
entre las uñas en lo que hierve
en lo
que nace en su muerte
estaciones
obligadas algo se espanta algo se pierde.
Elegantísimas
razones para perder la voz
para
los pies ocultos pasos bulla alrededor
luego
la suerte un rastro a lo lejos se estanca
más
allá de la garganta a ras del sol
medidas
del afecto o del efecto algo
razón
noción afirmación in/congruencias
se dirá
se callará se estará pensando
qué
hacer en poco hacer y tanto espacio.
Y
el rostro no corresponde a lo sabido
hojas
impartidas por el viento ayer o más tarde
cuántos
golpes a la puerta o silbidos cuál clave
quizá
sea verdad que lo aprendido no valga
cuentos
del saber no saben nada.
Siempre
una vida cálida y temblorosa
intensa
pero no desasosegada
su
luz es pura, delicada su música.
Washington
Delgado
Más evidente que los ojos
las edades hirientes todo cielo apretujado en el canto nocturno de mil y una
libélulas que son más y más y se acrecientan incontables rodillos del alma que
no logran alisar los caminos que provienen de ocultas cartas
planificar
ocultas casas pentagramas de sueños y cabellos y lo edificable en tu sonrisa y
el ritmo de tus piernas en el empeño de la vida puertas a medio abrir puertas a
medio cerrar lo que se busca lo que se alcanza sembrar en el viento cosechar en
el alma
paranoia
del tibio aliento rehaciéndose entre ecos cada molécula cada célula cada átomo
se desnuda en su espejo en el reflejo en el consejo de lo cierto y de lo
incierto y lo abierto a la noche y al tiempo
escaleras
equilibrios sistemas del nervio solar en su estadía todas las claves configuran
lo sabido lo innombrable y el ave de todos los vientos atraviesa el aliento
trámites
del amor tortugas del cielo números que excitan lo necesario en el azar en las
cartas en las cintas comunicantes en el rastro de luz sobre los lápices bajo
los lápices entre los lápices y los juegos antiguos se renuevan o se sienten
encendidos si se les mira si se les siente desde un punto equidistante del sol
a los nervios al azúcar de tu garganta.
Ojos
del mundo bajo la noche
todo puede andar nada salvarte
vidrios molidos construcciones baratas
insípido norte recuerdos nimios
bajos pies voz sobre las piedras
encadenar las señas no perderlas
encerrarse en ellas
puentes eternamente puentes
luces incapaces de su luminosidad.
a la
vez ninguno
días noches calles sustancias
terrible estancia dice el mar
mientras arrasa todas las ansias
párpado apretujando sueños ¡bah!
sueños bajo los párpados que se
desgastan
un nombre respiró agitando la memoria
y no se pudo ser ni rápido ni exacto
cuestas sobre las cuestas nunca se llega
músculo aterido en su eficacia
dientes que perder con la distancia
maderos o huesos cruzados fronteras
flamas.
dedos quebrados de tanto luchar contra
el incendio
raíces del viento a que aferrarse
cualidad innata de la gesta
de la huella en su pasada.
rudo nervio en su esplendor
azúcar de labios piel urgente
hirviente estaño de noches
inclementes
indecentes
indolentes
reservas de la voz agujas parcas
dameros de la razón que no atrapan
portal de luz oreja ansiada.
Ojos para el clamor agudo
flores de tu voz para lo tierno
transparente soledad de las ventanas
resuelto a acribillar mi nombre en tus
pestañas
revelaciones del que busca en las
valijas
arcos del triunfo arcos de la derrota
encadenados
moradas truncas ante lo incierto
aquí gritaría tan cerca a lo hiriente
ausentes ausencias que se eternizan
nombre equilibrado de luna y azahares
truenos
más allá del dolor y canciones opacas
carreteras níveas aldabas en tropel
enardecido
hilante cara de signos desenfundados
alados caracoles en escalera.
en el cuchillo de la voz exacto
músculo al influjo del metal.
Áspero río del desencuentro
mapa inclinado en la garganta
aurífero asomo carnal esencia
raídos dientes para atraparte
o elongación del sumo deseo
todo por el breve rastro raudo ojo
aliento
atento olfato
y el níveo asfalto de la voz.
Lumbre
en cada estrato
de la
piel.
Hirviente
cuesta en el silencio
estática alusión a lo caliente
repentinamente intruso y casi siempre
mágico hipnotismo
escarchado de ansias
luminosa como la luna
inventando bondades
necesaria estancia
de los sentidos
alas del alma.
pentagramas del aire en rigor danzante
a través de los lazos magnéticos del
mundo flor
orquestas del viento o guitarras de bello
pecho
canción que se arrebata entre los dedos
improvisando entre el sexo y el silencio
improvisando entre la piel y el aliento
pulsar frotar percutir transgredir el
compás
las
medidas del tiempo.
Juventud
en aciago silencio
invocando claves ahuyentantes
mientras grito universal enardecido
sigue inevitable al sur.
porque conjugas los dientes
cuando ríen cuando muerden
y haces de la piel
un amical universo
porque perpetras el amor
sin importar el momento
y logras caminar muy dentro
y haces de mí solo tu eco.
No
comprendo la noche
ni el estúpido origen de las horas
absurda maquinarias de minutos y
segundos
minusvalía de tiempo
destierro de oscuridad.
si puedo acurrucarme en tu bondad
si puedo dormir entre tu rostro
entre
tu voluntad y lo cierto.
Con los pies sobre el mundo
sobre lo soñado
lo eterno
escaleras alternas donde perderse
a conciencia
sin dolores de espalda
ni cuentas que establecer.
al no hallarte por más buscarte
cayó el mundo
como hilo inmadejable
perdió la vista frente al tiempo
el acero fue el ruido y lo lejos
ejercicios de irreflexión
cadenas para el aliento.
Mi
opción era callar
cuando
grité más fuerte.
Y me
quedé por más que me iba
y te fuiste sin dejar nada de mí
para mí
entre la cresta de lo real y de los
sueños
tu cintura y ojos
entre mis labios
ahora remolinos gobernantes
la torpe decencia de la soledad
-conjuros
de inocencia-
quisiera que estuvieras acá
y el acá fuera todas partes
vería el mundo desde tu desnudez
desde tus manos
hablaría desde tu voz
estallaría tus silencios.
Alguna
vez uno más
no sé qué ahora
algún día uno menos.
Tenía
palabras para ti
todas quedaron sueltas
irremediable quedé en hilachas
no sé si encontraré o si me encuentro
desaparecí garabateado entre renglones
perdiendo lo todo lo poco
creí asir la luz y me esquivaba
cartílagos sin ganas
herrumbre de huesos
todo metal incierto.
Perdido
en callejones de tu voz y de tu aliento
cuando tu vozaliento se alejaba
buscaba conjurarme en tu estación
no había fórmula alguna
tampoco camino expreso.
Preparado
para lo que pudiera llegar
pierdo tanto mientras no llega.
Al filo
al borde al límite la frontera
¿seré o fui qué estaré siendo?
La
música se interpone
se
sobrepone
se yuxtapone
se descompone
se inflexione
se reflexione
se explosione.
Bailaría
contigo sin remilgos ni vergüenzas
solo déjame saber el ritmo de tu
esencia.
Listo
el ojo y
el nervio
pero te ausentas.
No hay
disfraces para la espera
(no hay espera que se disfrace de bondad).
Aquí
(no solo en estas letras)
a pesar del tiempo
resistiendo costumbres de callar
enarbolando en los sentidos lo que
siento.
Luna
muriente no me sigas
mira que he de llegar adonde quiero.
Si
pudiera pintar pintaría
una flor y un camino.
Presencias
que persiguen a todas partes
a ras o tras los ojos
animales y bichos de toda laya
un día ya no se esconderán
devorado seré sin alma.
Cuando
el mundo se viste de luces
incongruentes voces
esténtor de la ausencia
cuando no llega lo que se espera
solo un camino obliga
lo anterior figuraciones
las letras no caben en su espacio
todo se desborda
voy sonriendo
imágenes de alguna vez
de un podría ser se cruzan
cerraría los ojos ante el futuro
pero este nunca los cierra
no hay chances para la ciencia
de aquello que se anhela
solo el roce lo que inquieta.
Duerme
la espera
niña
en
brazos
late
fuerza
hazaña
esencia.
Preparado
para pez
mar de tus pechos
dispersa el agua.
Hiere
la reina
esquimal
de tu cuerpo.
Ni un
solo motivo para convocar al amor
ni un solo motivo para no hacerlo.
Armas
adversas a mi sentido
filos que agrietan sin ver cuánto
desangran.
Haces
falta
desde la cúspide de los sueños
los pies descalzos
o armaduras
(casi siempre incompletas)
desde los lápices
lo corriente
lo excluyente
y las hojas
blancas
en su espera
en todos los calendarios
en cada desmedido sentimiento.
Solo
pude coger monedas de su piel
dejar lo mío en el vacío
solo pude tener su piel
su oscuridad
por un momento como un loco
o loco viento lo tan poco
no pude quedar en sus cabellos
solo supe un nombre y un cuerpo
jamás supe su aliento.
Límite
universal cruel ira
lánguida aurora angular yedra
nadie anduvo durante’l alba
quedamente unos esperan
ambición adversa
solo la órbita observa
entreabiertas luces
riesgos en número
trance de absurda razón.
Furibundo
viento para partir
igual quedo quieto
el tiempo anticipa sentimientos
irresponsablemente rápido
nunca entenderás
sabiéndolo siempre
ocurrencias de amar
sin detener el incendio
lejos de toda cuenta
ojos y voz en cada encuentro
cruel o risible
tan para ti
tú tan lejos
nada para el color
-palabras-
solo quejas.
Buscando
siempre
un
poco
unas
migajas
que
supieran
a
amor
aunque
no
lo
fueran
creyendo
en tus pequeños dientes
en tu cabello libre
en el calor de tu vientre
era tan para ti
que contigo
no dolían los dientes
y ahora duele hasta la voz.
Solo
soy
un
pez
que
vuela
fuera
de
tu
estanque
queriendo
nadar
en
tu
calor.
Me
aterra la pupila indiferente
las luces muertas
el labio lánguido
todo lo que no sea
el favor de los vientos.
Creía
estar en tu mirada
y no era
ni el reflejo
en que creía habitar.
La
oculta urbe resiste desde el silencio
tramando encuentros ansiando menos
olvido
cualquier opinión nacida secretamente
observa las olas vertebrar el reino
terrestre extendido
o sin incongruencias náuticas
vuela el rugir tigresco excelso
el nuevo embeleso líquido
pacientemente eterno
números sueltos
abrazando mundos
intensos electrones
navegando toda oscuridad.
Es cierto que he muerto
no me detengáis.
Rosa en
descontrol
rebasa mundos
el rumor persiste
lo que pudo ser
siguen lloviendo sueños
se cuelan
por alcantarillas
de oscuridades
enemigas.
Toda
la vida consistía en
extraer piedras azules debajo del mar
amoldarlas
bajo la lengua hasta darles forma de corazón
y luego
dejarlas volar.
Las
manos buscan el placer
los ojos alimentan.
El sol
me ha dado en todo el rostro
y no le negué ni las esquirlas
súbito alud entre los nervios
ventanas para no cerrarse.
Corta
el viento con un gesto
atrápalo en los cabellos
mientras los dientes se aprietan
hay
tráfico
hay
horas
agujas que van cosiéndote contra el
mundo
hiriendo
resguarda el silencio
queda tan solo
mientras intentas
primera regla:
no hacer caso a los letreros
luego
procura la vida
aunque haya temor en ello.
Atrapado
en redes
que uno mismo construye
pretender que no respiran
o dejar las alas bajo siete llaves
en siete infinitos lugares
desconocidos como el olor del tiempo
o el ojo en la tormenta
las señales una tras otra se suceden
la música gira
desde los pies a los cabellos
se sigue dudando el ritmo
negras serpientes se arremolinan en
torno al sueño
el metal las pisotea pero resisten
mientras el párpado lucha contra sí
mismo
el azul espera lo perdido
en las ramas de la inmensidad
aprehender el idioma para hablar desde
lejos
intentar el grito
acaso te escuchen
acaso te escuches.
Dispuesto
a navegar en tu sonrisa
Duncan Dhu
Tomas
el sol entre tus dedos
¡vaya
niño como te aquietas!
las
escaleras serpentean
pero el
ojo no te pierde
tu olor
continúa aun sin tu presencia
ansiándote
en presencia
tu próximo
exhalar
respirar
en tu aliento
sin
temor a corrientes submarinas
que
embaten cual murciélagos ecuestres
o impropios
callares
gris
inconsistencia
¿por
qué los colores tienen la culpa?
las
respuestas navegan en tantos mares
o acaso
se hunden
¡grita
luna!
no te
detengas
vive tu
eterno amanecer.
Te
detienes en el murmullo
en la
hoja que no termina de caer
en la
gota que quiere ser eterna
mientras
tanto
los
niños juegan sin detenerse
aún en
el sueño
en la
mención de lo desconocido.
Reloj
de irreverentes atavíos
minutero
riéndose al extremo
ya no
llega
ya no
llaga
la
noche
alta
o
aquella
que
obliga el partir
piel
para el amor
piel
para el olvido
estrépito
en gemidos avanza
la
ignorancia asusta
el no
saber todo lo cierto
todo lo
incierto
equilibrio
fugaz
el azar
de toda regla
asir lo
inasible
dar
alas y poco cielo
el
nervio solo busca su ser
nunca
se apura
nunca
se estanca.
Dedo
señal
asomo
la
calle se va colando entre sueños
maneras
de escribir que se destilan
-digo-
que se extravían
el ojo
avizor no distingue su sombra
ni su
rastro oscuro
ni su
tímido caminar
un
dormitar en la respiración
en el
gotear del nervio
óptico
sentimental
aunque
la palabra suene absurda
siempre
se toma más aire del que se necesita
siempre
se malgasta la mitad.